viernes, 5 de noviembre de 2010

LA HISTORIA DE NAZMIE

 

Nazmie, una niña de 12 años de raza gitana, nació en Korca, Albania. Ella creyó a Stephan cuando le prometió amarla y hacerse cargo de ella. Nazmie acababa de abandonar la escuela y estaba trabajando en una fábrica de cigarrillos. Cuando Stephan, hombre de 29 años, propuso a Nazmie que se fueran a vivir al extranjero para tener una situación mejor, ella se casó con él.

Tres meses después de la boda, la pareja viajó a Italia. En ese momento, Stephan dijo a Nazmie que quería que ella trabajara en la prostitución callejera. "Yo no sabía qué quería decir eso", dijo Nazmie, que ya tiene 15 años. "Pensé que era un trabajo como cualquier otro. No sabía de lo que se trataba".
El esposo de Nazmie se convirtió en su proxeneta. "Yo trabajaba todos los días de la mañana a la noche", recuerda ella. Tenía que ganar cada día el equivalente a 250 dólares, lo que representaba tener que atender en promedio a diez clientes [explotadores] por día. "Cuando no lograba producir esa suma, él me golpeaba".

Otra vez el abuso

Nazmie pensó que su pesadilla había terminado cuando fue detenida por la policía italiana, que la envió de regreso a Albania. Pero tan pronto como llegó a su país, su cuñado la obligó a abordar un bote rápido con destino a Italia. Esto ocurrió tres veces.
La cuarta vez que la enviaron de regreso a Italia, su suerte cambió. Esta vez fue rescatada por una organización no gubernamental (ONG), que convenció a su familia de no mandarla de regreso con su esposo.
En la actualidad, Nazmie participa a través de Internet en un programa dirigido por esa ONG y patrocinado por el UNICEF. Está aprendiendo peluquería y costura, y espera obtener pronto su diploma de secundaria.



Anecdotas reales de sexoservidoras parte 2

La historia de Tirsit

A los 13 años, Tirsit empezó a ejercer la prostitución en las calles de Addis Abeba.
"Empecé a trabajar en las calles hace tres años, cuando tuve un conflicto con mis padres", explica. "Mi padrastro se emborrachaba y nos golpeaba; además, él prefería a mi hermana, que era su verdadera hija. Conocí a unas chicas en la calle y nos hicimos amigas. Dos de las mayores trabajaban como prostitutas y nos daban dinero para poder vivir. Como eran tan buenas conmigo, decidí imitarlas. Yo estaba sufriendo mucho por la situación con mi familia y esa gente me dio cariño".
Etiopía es uno de los países más pobres del mundo y las oportunidades laborales son escasas en Addis Abeba. Cuando los progenitores se separan o mueren, o cuando el conflicto y la violencia en el hogar se vuelven intolerables, muchos niños y niñas se escapan. Al no encontrar opciones para sobrevivir, toman medidas desesperadas.

Solidaridad y unión

La vida en las calles es muy peligrosa, pero los niños se cuidan entre ellos. Zemzem, una niña que ejerce la prostitución, comenta: "Al principio, esta forma de vida me daba mucho miedo, pero después me acostumbré y dejé de sentir temor. Me he familiarizado con la gente del lugar y todos me conocen, así que no hay problema".
Sin embargo, esta solidaridad no basta para proteger a los niños y niñas de la violencia.
"Una vez un señor no me quiso pagar después del servicio", recuerda Tirsit. "Peleamos y me bajé del automóvil. Varios policías llegaron para detenerlo porque me había herido una pierna al bajarme del auto, pero él los sobornó y me dejaron abandonada en la calle".
Muchos niños y niñas desean cambiar su forma de vida, pero para lograrlo necesitan ayuda y apoyo. "Lo que más deseo es salir de la prostitución y hacer otra cosa, pero no sé hacer nada más", dice Tirsit. "Todo el mundo piensa diferente sobre cómo nos pueden ayudar, pero lo que necesitamos es trabajo; cualquier trabajo".


Anecdotas reales sobre sexoservidoras

La historia de Adriana

Adriana nació en Crato, Brasil, cuando su madre tenía apenas 14 años. El embarazo de su madre avergonzó mucho a su familia, que la envió a una casa especial para prostitutas y sus hijos. Cuando Adriana nació, su madre no pudo encontrar trabajo, por lo que decidió quedarse en esa casa y dedicarse a la prostitución.
Adriana fue enviada a vivir con sus abuelos y dos de sus tíos. Cuando tenía siete años, su madre se casó con un hombre que pudo, por primera vez, darles algo de estabilidad económica y felicidad. Pero a los dos años su padrastro murió y su madre no tuvo otra alterativa que volver a la prostitución. Y Adriana regresó a vivir con sus abuelos, esta vez con su pequeño hermanastro.

Huyendo del abuso

Cuando Adriana llegó a casa de sus abuelos, sus dos tíos abusaron sexualmente de ella. Entonces, se escapó con su hermanastro y llegaron a la casa de una amiga suya en Fortaleza, uno de los principales centros turísticos de la costa nororiental del Brasil. Allá pocos jóvenes tienen acceso a la educación y al trabajo, por lo que muchos ven en la prostitución su única posibilidad.
Cuando Adriana tenía 13 años, la familia de su amiga, que estaba involucrada en el negocio de la prostitución, la introdujo en ese mundo. Sin embargo, al poco tiempo su vida dio un gran vuelco cuando se enamoró de un muchacho de la calle y quedó embarazada. Sus amigos le aconsejaron contactar a la Sociedad de la Redención, una organización católica no gubernamental que ayuda a las niñas embarazadas que están en situación de riesgo.
"¡Dios me bendijo con ese bebé!", dice Adriana. "Si no lo hubiera tenido, no habría conocido a las Hermanas de la Sociedad de la Redención". Adriana fue admitida en el albergue de la organización, donde le brindaron servicios médicos, asesoría psicológica, educación y capacitación para trabajar. Al poco tiempo se graduó como instructora de cocina.
Actualmente, Adriana vive con su esposo, sus dos hijas, su madre y su hermanastro. Continúa dando clases de cocina, algo que la llena de orgullo pues sabe que está ayudando a que otros jóvenes tengan la posibilidad que ella misma tuvo: abandonar la vida en las calles. 

TIPOS DE PROSTITUCIÓN
Tradicionalmente la prostitución se ha ejercido en lugares destinados exclusivamente para este fin, llamados BURDELES. Estos han sido habitual mente casas regentadas por una persona, en las que hay mujeres u hombres, según la orientación de lugar y habitaciones privadas donde se atienden a los clientes.

Hoy en día la prostitución es ejercida en diferentes lugares, y en muchos casos son escondidos bajo otros nombres, para disfrazar o mantener en el anonimato el lugar.

La prostitución callejera en esta la prostituta general mente vestida de manera provocativa, busca clientes mientras se encuentra en un lugar publico, y una ves establecido el contacto y acordar el pago  realizan las actividades sexuales en el coche, en un lugar apartado o en un hotel.

En el escort se ofrece la compañía para un lugar o evento determinado, aparentando una relación sentimental, para después proporcionar los servicios sexuales requeridos.

Un gigolo es un varón que ofrece sus servicios sexuales a mujeres usualmente mayores que el.

En los locales nocturnos es donde se solicitan a prostitutas en negocios abiertos al publico, normalmente la chica no tiene nada que ver con el lugar, pero hay otros casos en el que la prostituta y el local tienen una relaciona y esta trabaja a cambio de una comisión o un salario mínimo de los tragos que se le invitan.

En las salas de masajes son los mismos masajistas que además del servicio de los masajes tienen relaciones sexuales a cambio de dinero, ya sea como un trato particular  o como parte de la oferta del local.